El vicio

Remordimiento tan leve que no disimulo el pecado de tus labios. Sonrisas complices que sellan este pacto, un acuerdo que termina sin necesidad de palabras. Lo estraño es sentir que se aleja la aventura pero no termina el hechizo. Un hechizo que a pesar de ser fuerte a la vez intimida las ganas de cruzar la barrera de lo inocente y dar pie a lo clandestino. Mientras el perfume no para de seducir...reacciono con esas ganas de tocarte, pero se que lo mejor es olvidar esa sensacion. Mientras que mis ojos delatan y reflejan mi verdadero vicio que es besar. En silencio sonrio, y recuerdo el pecado, el pecado de querer besar a quien no se podía.

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