Albergue Porteño


Tantas veces le han escrito, cuantas veces lo han admirado y otras tantas ensuciado.
Bohemio y misterioso, abandonado y festejado, es el puerto encantado, que enamora a tantos. Albergue porteño con brisas alcohólicas y heladas, Albergue callejero de artistas, místicos, borrachos…escaleras poéticas, y sucias con historias miles…
Progreso que oculta su historia, y un mar que añora el pasado… respeto de pocos convertido en olas, botellas clandestinas y personajes secretos que albergan melancolía.
Albergue de luces, de insólitos carnavales y de soledades carcelarias.
Capricho de extranjeros, modelo de pinturas e imágenes que giran por el mundo, historias y cuentos conocidos y otros bien secretos.
Roqueríos fantasmales, música brillante, lágrimas azules, y banderas verdes, añoro tu cercanía eterna, añoro su paz y su agotamiento. Albergue de estudiantes, de norteños y sureños, de amores inconclusos y eternos.
En silencio lo escucho, lo veo, lo espero, lo admiro a este albergue enorme que calma mis fantasías. Albergue juvenil y veterano, calles escondidas, tentación de vírgenes, tentación de santos.
Puerto albergado de letras quebradas, ciudad bella y oscura que inspira y alienta, da valentía, da miedo. Sensación compartida, anhelo de los distantes, enseñanzas no agradecidas de quienes han partido, y odio para quienes simplemente lo han usado.
Albergue alegre, e ingenuo que cree es promesas en tus promesas y en las mías…