El estado de hoy y la música que lo acompaña pareciera retomar esos aires de una filosofica libertad que afloraba en todos. Solo unos años... las estrategias y pensamientos de vida han cambiado, pero en su esencia la rebeldía plantea una mierda y su asco escondido sobre todo lo inconsecuente y sobre lo que aún no ha cambiado. Solo las palabras, los recuerdos y fotos del pasado parecen marcar un anhelo revolucionario que dió un giro a lo que es hoy...
Callejones y lugares que permanecen en el tiempo y que son testigos de los sueños anarquikos entre cuadernos y botellas con noches de poesía. Una ciudad con grandes aires de grandeza pero que en el fondo pareciera ser la misma ciudad extraña, peligrosa, amistosa y exotica de aquellos días.
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