Mi alma está oscura tras un pesar anunciado, una sonrisa convertida en lagrima también oscura.

Una esencia marginada tras los libros, comprensión que confunde.

Ideas que iluminan falsamente la realidad. Prudente necesidad que calma la ansiedad.

Frases difusas y borrosas, se quedaron atrás, fantasías armoniosas y destruidas...y mis ojos, mis ojos sin color tras la verdad.

Pena asumida, pasajera, que se aliviana con el humo, con letras, con consejos, con historias extrañas.Pero las imagenes vuelven a cada segundo, la euforia ya no es intensa, mientras en sueños pareciera ser real. Y en la oscuridad una lagrima intenta cerrar la intimidad.

Consecuencias advertidas, pero dichosas, un cuerpo sin belleza, y los espacios silenciosos que atormentan, y se engrandecen.

Un recuerdo que el horizonte parece coleccionar y mi cuerpo a la espera de un segundo para volverte a besar